miércoles, 29 de mayo de 2013

La Violencia sigue al ritmo del sexenio de Felipe Calderon

Al minero Jorge Alberto Ibarra le cayó un alud de piedras en la pierna y no se atrevió a denunciar a su patrón porque lo amenazó con que le aventaría a los Zetas y Jorge Alberto tenía razones para temer porque él mismo vio en la nómina del pocito donde trabajaba, que había 10 mil pesos para el comandante de los zetas, 5 mil para el presidente municipal y 3 mil para el líder del PRI en el municipio.



La violencia no ha cesado, las ejecuciones siguen al ritmo del sexenio de Felipe Calderón.
El 19 febrero del 2013 se cumplieron 7 años de que una explosión sepultara a 65 mineros en Pasta de Conchos, Coahuila; en una mina que era explotada por el Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco, quien está en el número 40 de la lista Forbes. A partir de entonces más de 90 mineros más han muerto dentro de minas o pocitos.
Es urgente que en el mismo talante de combatir a grupos fácticos del Presidente Enrique Peña Nieto dentro del Pacto por México, se ponga orden y se ponga en primer lugar la seguridad de los mineros en la región carbonífera de Coahuila, que aportan el 10 por ciento de la energía que produce la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que es crucial para elaboración del acero en este país.
Además, es importante un doble rescate, primero el de los 63 cuerpos que todavía quedan abajo de la mina de Pasta de Conchos y que Vicente Fox y Felipe Calderón se negaron a rescatar. Ahora con los peritajes vemos que sí es posible, es caro pero el costo debería de cubrirlo la empresa.
El segundo sería el rescate de la región carbonífera en sí misma, que el Gobierno Federal asuma su responsabilidad de que los mineros del carbón no bajen a los pocitos y a las minas de arrastre a ponen en riesgo su vida.

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