Escrito
por James Bargent Viernes, 14 Junio 2013
Los secuestros en México han aumentado más de un 20 por ciento
durante los primeros meses de la administración del Presidente Enrique Peña
Nieto, por lo que el objetivo del gobierno, de reducir el número de secuestros
en un 50 por ciento, parece poco más que un sueño lejano.
Según cifras del gobierno mexicano,
hubo 517 secuestros entre enero y abril de este año, frente a 421 en el mismo período de 2012.
Un nuevo informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal,
registró un aumento aún mayor: 555 en 2013 frente a 417 en 2012.
Según el informe del
Consejo Ciudadano, en 2012 México registró 2.756 secuestros, una cifra superada
únicamente por el total de 2011 de 2.979. Las cifras se calcularon sumando el
número de denuncias de secuestro a los fiscales locales y nacionales, con el
número de secuestrados rescatados por las fuerzas de seguridad.
El informe señaló que
la cifra real podría ser mucho mayor, ya que estas cuentas no incluyen los
secuestros "exprés" (en los que las víctimas son secuestradas y
liberadas rápidamente luego de robarles el dinero de sus cuentas bancarias),
secuestros masivos de migrantes o secuestros no denunciados. El informe también
acusó a los funcionarios de "maquillar" las estadísticas para ocultar
la verdadera magnitud del problema.
Análisis de InSight Crime
Aunque el gobierno
puede tender a reportar cifras menores, las cifras ofrecidas por el Consejo
Ciudadano también deben abordarse con precaución, ya que su metodología plantea
la posibilidad de que algunos casos se contabilicen dos veces si se reportó el
secuestro, pero luego la víctima fue rescatada. No obstante, a partir de ambas
series de cifras, está claro que los secuestros van en aumento, lo que no
presagia nada bueno para la audaz promesa del Presidente Enrique Peña Nieto de
reducir a la mitad el número de secuestros.
Según el informe del
Consejo, aproximadamente la mitad de los secuestros registrados entre 1971 y
2012 tuvieron lugar bajo la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012). Esto
pone de manifiesto dos cambios importantes en los grupos criminales y la
dinámica del mundo criminal en México:
1) Por una serie de razones, los grupos criminales más grandes
diversificaron sus portafolios durante ese período de tiempo. Grupos como
los Zetas y la Familia Michoacana cuentan con todo tipo de
actividades criminales, desde la piratería hasta la venta local de drogas
(micro-tráfico), pasando por el secuestro. Su modelo puede representar el
futuro del crimen organizado en el país.
2) Los grupos
criminales más grandes se fragmentaron durante la presidencia de Calderón y
muchos, desesperados por mantener los márgenes de ganancia, se involucraron en
el secuestro. El cambio era relativamente simple. Tenían el pie de fuerza, la
infraestructura y el conocimiento (know-how).